domingo, 22 de julio de 2007

Perfume por los poros...

Esta última noche fué la noche de mi vida, este olor se quedó impregnado hasta mis huesos y mi alma grita por tenerte entre mis brazos una vez mas. Aunque te conozco poco, nuestros espíritus se fundieron perfectamente y se acoplaron como una hoja al viento, y en los momentos de pasión, como la tormenta al tornado.

¿Es esto el sabor de la gloria derramada por tus labios y la textura de la perfección sobre tu piel? no lo sé, jamás lo sabré, pero tengo la certeza que lo es, y nadie que haya podido afirmar haber tocado el cielo estaría mas seguro que yo mismo. Aquellos arrebatos de agresividad eran tan excitantes que bien podrian haber despertado al mismo Heros, pero se desvanecian en el umbral de tu sensualidad.

Y por gusto y por gozo nuestros cuerpos eran la única música en el edén, armoniosa y tranquila, con nuestras voces como ritmo y nuestro olor como melodia. Incluso las sabanas ardian de placer y a pesar de todo, los mordiscos inocentes daban a relucir un dolor dulce e inmáculo, siendo opacado solo por tu silueta sobre la almohada.

Lor rasguños juguetones y el recorrido de mis labios sobre tí eran como una pluma escribiendo nuestra entera existencia, y el choque de nuestros cuerpos explotaba en un pilar de inmensidad jamás antes vivida o imaginada por un mortal. Si he de tener un lecho de muerte, preferiria yacer aqui, para tener la dicha de poder decir que fuiste mi último recuerdo y mi mayor felicidad en el mundo que he dejado atrás.

El frio del exterior y el calor de nosotros empañan las ventanas mientras nos regocijamos en un mar de quietud y arrebato, calidéz y frialdad, ensueño y realidad. Y hasta los petalos de rosa que adornan tu cuerpo carecen de sentido por si solos y le deben el aroma a tu escultura.

El sudor salado que emana de tu cuerpo sabe a perfume, el perfume que llamo "amor"...

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