miércoles, 23 de enero de 2008

Historias del pasado...

Toda mi vida la he vivido en este lugar, la tierra es negra e infertil, los pocos arboles que crecen carecen de follaje, las personas corren y se golpean unas con otras, puesto que la oscuridad reina.

Los hombres se comportan como bestias y el cielo se tiñe de rojo dia con dia, en una incesante batalla por... en realidad no tengo idea por que tanto pelear, pero no me interesa.

Con el tiempo me hice mas agil que los demas y aprendi a evadir los ataques. de tal forma que no salgo herido, sin embargo eso enoja mas a los agresores... yo solo quiero vivir tranquilo, es bastante molesto estar cuidando tus espaldas aun mientras duermes... porque en un pais donde no existe el dia, cada quien duerme cuando quiere/puede y los que estan despiertos se aprobechan... y luego estos duermen y es un ciclo de nunca acabar.

Cierto dia, mientras bebia de aguas negras, entre los entes desmembrados que caen al rio y la porqueria que los demas arrojan, me parecio ver el reflejo de un resplandor. Me talle los ojos, mis ojos debian de haber estado contaminados con el aire, porque no podia verlo, sin embargo, me dirigí hacia donde pense que la luz tenia su fuente.

Sin brujula, sin machete y sin nada que perder simplemente segui ese camino, embobado por el recuerdo de tan precioso espectro. Era curioso, me di cuenta que habia mas personas siguiendo la misma trayectoria, parecian apaciguados.

A las cuantas jornadas, algunos se tornaban agresivos y desesperados... reñian entre ellos... y cada vez eramos menos los peregrinos. Hace unos dias viré hacia un lado y una chica de mi edad caminaba junto a mi... no le dije nada, ni ella a mi... solo le tome de la mano y caminamos juntos.

Durante casi mes nuestros pies sufrieron de tropiezos y heridas, pero el otro siempre estaba alli para aligerar el dolor y la angustia, pero ambos veian solo hacia el mismo lado, hacia el lugar donde parecia que hubo luz una vez.

Un dia antes que el mes juntos se cumpliera, las dunas se tornaron nada y se aunaron a la trometna de arena negra, el acamino era dificil, pero una corriente de aire del norte choco con la tormenta de arena... Nosotros no deciamos una sola palabra, siempre fue mas fuerte la esperanza que la desesperacion, y aun cuando el viento del tornado nos elevaba, ninguno de los dos hacia sonido alguno.
En el justo momento en el que el viento me arrebato su calida mano, me senti incompleto y torne la mirada hacia ella... vi sus ojos, por primera vez en tanto tiempo, mire sus ojos...

No se si ella ve en mis ojos el reflejo de la luz que emana de los suyos... o si los mios tambien resplandecen... lo unico que se es que no tengo que buscar mas... Sus ojos en ignicion fundieron mi pecho y luego, juntos bajamos del tornado misteriosamente a salvo... la tomé de frente...

Vayamos a donde vayamos, hagamos lo que agamos, el tornado nos sigue... pero es tan calido y comodo estar con ella, hay espacio suficiente para que ella abra sus alas blancas, y confia lo suficiente para dejar que le arrope con mis alas negras... apenas me doy cuenta que estamos en el ojo del huracan... Ese ojo me protege... y los de ella me llenan...

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